Las guerras de Napoleon by Charles Esdaile

Las guerras de Napoleon by Charles Esdaile

autor:Charles Esdaile [Esdaile, Charles]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2010-11-29T13:09:11.028000+00:00


Capítulo 7

AL OTRO LADO DE LOS PIRINEOS

Pocos historiadores negarían la importancia que tuvo el periodo inmediatamente posterior a Tilsit para la historia de Napoleón Bonaparte. Fue en este punto en el que el emperador se vio abocado a intervenir en los asuntos de la península Ibérica y, en consecuencia, a encender la mecha de unos acontecimientos que tradicionalmente se ha considerado que tuvieron un papel importante, si no el principal, en la caída del imperio francés. ¿Por qué, entonces, decidió Napoleón intervenir al otro lado de los Pirineos? Las razones que le llevaron a inmiscuirse en los asuntos de España y Portugal no están totalmente claras. Muchos autores han asumido que el emperador siempre albergó deseos de expandir sus territorios hacia el sur, mientras que otros han sugerido que la idea le vino por primera vez a la cabeza en los días de la batalla de Jena. Es posible que se puedan defender ambas opiniones. La primera tiene a su favor el hecho innegable de que hacia 1807 Carlos IV se había convertido en el último representante de la casa de Borbón que se las había arreglado para mantener sus dominios intactos. Como tal, era un recuerdo constante de la necesidad de legitimidad de los advenedizos Bonaparte y, lo que es peor, un potencial símbolo para los nostálgicos de la monarquía en Francia. Más a allá de todo eso se podría también argumentar que, como producto y heredero de la Revolución Francesa, a Napoleón no le quedaba otro remedio que aplastar los símbolos de un sistema que ésta había derrocado. Por lo menos esta era la opinión de Talleyrand: «Napoleón, sentado en uno de los tronos de la casa de Borbón, consideraba a los príncipes que ocupaban los otros dos como sus enemigos naturales, a los que había que derrocar para defender los intereses propios».365 Otro hombre de confianza del emperador que mantenía la misma opinión era el comandante de la Guardia Imperial, el mariscal Bessiéres. Como le dijo a uno de sus edecanes: «Mientras Napoleón permanezca en el poder, ningún trono de Europa puede ser ocupado por un Borbón».366 Aunque otra variante sobre el mismo tema nos la ofreció el conde de Toreno, un veterano de las Cortes de Cádiz que escribió una historia sobre la guerra de España contra Napoleón. Según este autor, la clave estaba en los precedentes históricos y en el ejemplo: los franceses «nunca olvidaron la política exterior de Luis XIV y, en particular, sus intentos por enganchar a la nación española al vagón de su destino».367 Esto tiene cierto sentido: si la política de Napoleón había sido fiel a la de Luis XIV en los Países Bajos y en Alemania, ¿por qué no iba a ocurrir lo mismo en la península Ibérica?; sobre todo porque Carlomagno —una figura que tuvo mucha más influencia sobre Napoleón que el Rey Sol— también había puesto sus ojos en las tierras que se encontraban al otro lado de los Pirineos. A todo esto se puede añadir el hecho



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.